Cuando hablamos y pensamos sobre quiénes son los actores que contribuyen o pueden contribuir a la consecución e implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible siempre pensamos en gobiernos, empresas, agencias internacionales, ONGs y, si quieres, ciudadanía en general, pero creo que hay un actor relevante al que nos saltamos continuamente y que tiene un papel importante en lograr que podamos vivir en un mundo más justo, equitativo e inclusivo donde nadie quede atrás. Ese agente, es el voluntariado.
El papel del voluntariado como un potente y transversal medio de implementación de los ODS lo certifica la propia Naciones Unidas en su documento final El camino hacia la dignidad para 2030: acabar con la pobreza y transformar vidas protegiendo el planeta.
La misma agencia destaca los siguientes aspectos:
- El voluntariado es un vehículo para que mucha gente se una a la causa de los ODS.
- El voluntariado contribuye a movilizar a las sociedades y a mejorar la gobernanza, ya que aumenta el número de personas que tienen voz, que pueden participar y que obligan a rendir cuentas a los agentes de gobernanza.
- Dado que muchos de los 17 objetivos apelan a actitudes a largo plazo y cambios en el comportamiento como, por ejemplo, la forma en la que convivimos o en la que consumimos se subraya que el voluntariado facilita el cambio de mentalidad al generar conciencia o defender estos cambios e inspirar otros.
- El voluntariado promueve la paz y el desarrollo.
Además de Naciones Unidas hay otras organizaciones internacionales que llevan años reivindicando el papel que el voluntariado tiene en el desarrollo, como puede ser la organización inglesa de desarrollo internacional Voluntary Service Overseas (VSO) que trabaja a través del voluntariado para crear un mundo justo para todos y todas. Indagando un poco en su manera de trabajar y objetivos rescato dos aspectos más sobre cómo el voluntariado contribuye a los ODS. - Creando entornos propicios para el cambio social mediante el fortalecimiento del capital humano.
Sin duda la formación y el intercambio de conocimientos y saberes que se da en el voluntariado contribuye a una ciudadanía más fuerte y consciente. - Construyendo una red global de ciudadanos y comunidades comprometidos con la lucha contra la pobreza.
Hasta aquí ya tendríamos razones más que suficientes para que incluyéramos a partir de ahora en nuestra lista al voluntariado como un agente clave en el desarrollo de la agenda de Naciones Unidas para 2030, pero quiero dar unas claves más que salen de la propia experiencia y reflexión de Entreculturas y Alboan como ONGD de voluntariado y desarrollo.
- El voluntariado fomenta la construcción de una ciudadanía global impulsando procesos de transformación personal, comunitaria y social, para luchar contra la exclusión, la inequidad y la pobreza, el deterioro ambiental.
- El voluntariado ayuda a construir una cultura de la solidaridad a nivel local y global y cambiar las estructuras generadoras de estas realidades.
- El voluntariado internacional, concretamente, es expresión de participación ciudadana universal, superando el propio territorio como espacio de compromiso y colaboración.
El décimo cauce que quiero sacar a la luz lo dejo en un punto y aparte porque me parece el más revelador.
- El voluntariado puede aportar soluciones a los problemas que afrontamos como sociedad y como mundo y es que la gratuidad, la solidaridad y la cooperación que subyace en toda acción de voluntariado ya es una solución en sí misma para un mundo mercantilizado que se devora a sí mismo en el individualismo y egoísmo
Solo una nota final, cuando hablamos de un voluntariado, ya sea local o internacional, que contribuye a un mundo más justo, equitativo e inclusivo no hablamos de cualquier voluntariado, hablamos de un voluntariado transformador, ese que transforma a la persona para transformar el mundo.