No puedo resumir todas las reflexiones entre comidas y cenas que nacieron en los días del curso de Fe y Compromiso Sociopolítico que tuvo lugar en Málaga a finales de agosto, pero sí quiero resumir en 5 puntos aquellas que para mí caminarían a lo que llamaría una “política de comunidad”
1.Eliminar la desconfianza. La serpiente en el famoso relato de Adán y Eva introduce sinuosa la sospecha y con ello elimina la confianza en la pareja. Los seres humanos estamos condenados a convivir y, por tanto, para sobrevivir debemos confiar en los demás.
2. Sospechar de las “etiquetas”. Sí, ya lo sabemos, la televisión y la política de masas las necesita: “comunista”, “fascista”, “derechas”, “izquierdas”, “anarquista”… todo un elenco de nombres que además simplifica y convierte en marca e imagen. Al menos seamos conscientes de que esa imagen es creada y de que podemos superarla y hacerla nuestra. Siempre es un buen ejercicio “salir de la zona de confort” , como hice yo estos días en Málaga dialogando, por ejemplo, con personas que están dentro de partidos políticos.
3. Ser valientes y decir la verdad. Estamos en un mundo necesitado de valentía, de hacer todo lo que podamos y las personas necesitan dialogar y llegar a verdades, por supuesto propias de este momento histórico, que les permitan obtener seguridad y autoestima en sus vidas. En la política se necesita valentía para empezar a “hacer pedagogía” y no usar las palabras como una máscara detrás de la que escondernos.
4.Poner las ideas a prueba: dialogar. Sal con personas que no sean de “tu rollo” de vez en cuando, sin olvidar tener tu “grupo de apoyo”, porque esto es un buen antídoto para no creerte con toda la razón. Dialogar es algo mágico donde finalmente algo mejor que las posiciones de las personas involucradas emerge, algo probablemente mucho más útil para la comunidad. Estamos en un mundo necesitado de puentes, de mediadores.
5.Eliminar falsas dicotomías (“el síndrome del club”) Es cierto que en el curso escuché expresiones que no terminan de convencerme como “nosotros los cristianos somos…”. Tengamos siempre cuidado de no crear falsos enfrentamientos entre el “ellos” y “nosotros” porque podemos estar perdiendo la oportunidad de encontrarnos. No somos un club (tampoco las ideologías lo son ni los partidos debieran serlo), todas somos personas a las que nos mueven ideas, pasiones, experiencias, valores… pero que estamos abiertas a cambiar de opinión y a conocer a gente “fuera de nuestro club” con la que solidarizarnos y comprendernos.
Sin más dejo como última reflexión que las personas que más necesitan de una política diferente son las que están en el escalafón más bajo, que nos piden con manos abiertas que no los soltemos, que no los dejemos caer. Si me permitís haré un símil con uno de mis cuentos en el que Silvio, que está emigrando, llega al país de los gigantes, descubre que todo es hermoso, pero frío, y se siente solo. Podemos sentirnos en ocasiones como Silvio, pequeños y solos, pero tenemos que seguir caminando porque al final encontraremos personas que sí se pongan a nuestra altura para poder realizar esta política de comunidad.
Clara González-Garzón Finat
Ex-volpa en Ecuador (2015-2017) y cuentera
Dibujo de Jaime Martínez Toro (registrado en www.safecreative.com) “Silvio en el país de los gigantes” del cuento” El Viaje de Silvio”@AFTERPERDICES