Marzo es el mes de la mujer. El día 8 fue declarado por Naciones Unidas el Día Internacional de la Mujer trabajadora y se celebra en todo el mundo. Tradicionalmente se recuerda aquel 8 de marzo de 1911 en el que la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, reunidas en Copenhague, reivindicaron el sufragio universal y dejaron para la posteridad una fecha que sigue siendo necesaria en la lucha de una igualdad que todavía no es plena.
Me gustaría comenzar mi reseña cinematográfica con dos documentales que pueden ser tomados como una perfecta introducción al tema.
La mitad de la película
(Amy Adrion, 2018)
Directora y guionista premiada en el Festival de Sundance, su documental es divertido, reflexivo e indignante. Delante de la cámara desfilan unas decenas de mujeres cineastas que ponen de relieve la discriminación, el abuso y la invisibilidad provocada por la industria de Hollywood. Tan irritante como necesario.
Miss Representation
(Jennifer Siebel Newsom, 2011)
Complementario al anterior, este documental pone de manifiesto la escasa representación de las mujeres en algunos campos como la política, la dirección de empresas y el propio cine, así como analiza la perniciosa, sesgada y sexista imagen que dan los medios de comunicación de la mujer y cómo afecta esto a la educación de los niños y jóvenes. Aunque la obra tiene nueve años, desgraciadamente no ha envejecido.
Figuras ocultas
(Theodore Melfi, 2016)
Nos desvela el papel de tres mujeres afroamericanas -Katherine G. Johnson (Taraji P. Henson), Dorothy Vaughn (Octavia Spencer) y Mary Jackson (Janelle Monáe)- , que fueron capitales durante los primeros años de la carrera espacial y que sin su trabajo hubiera sido mucho más difícil lograr que el astronauta John Glenn orbitase alrededor de la tierra, o se culminaran los proyectos Apolo que llevaron al hombre a la Luna.
Pero, para estas tres heroínas modernas, a la necesidad de demostrar su innegable talento profesional, se une la lucha por los derechos civiles de los afroamericanos y el lugar de la mujer en el mundo laboral y científico, y más en un ámbito tan controlado por los varones como la ingeniera y las matemáticas.
Te doy mis ojos
(Iciar Bollain 2003)
Premiada con 7 Goyas, incluido el de Mejor Película, es cine comprometido y bueno. La cámara penetra en la vida cotidiana de un hogar, y su entorno, donde el matrimonio es una cárcel perversa de silencio y autodestrucción. Estremecedor testimonio de lo que ocurre en bastantes hogares y que en muchos casos acaba de forma terrible. Tan triste como necesaria cuando en nuestro país siguen creciendo el número de mujeres asesinadas por sus parejas o ex parejas.
Tres anuncios a las afueras
(Martin McDonagh 2017),
Película cargada de premios, todos merecidos, y protagonizada por una mujer cuya hija ha sido violada y asesinada, y considera que la policía no investiga con la determinación necesaria para encontrar al asesino.
Intrigante en todo su desarrollo, no solo en el argumental, también en el moral, lo que la hace todavía más atractiva. Subversiva y reflexiva, incómoda para el espectador inteligente, cada giro del guión plantea un debate ético. Inmensa Frances McDormand, como siempre, haciendo de madre coraje con un sarcasmo corrosivo y áspero. Muy recomendable para el debate por sus numerosas aristas.
Persépolis
(Vincent Paronnaud y Marjane Satrapi, 2007)
Adaptación de la propia novela gráfica de Satrapi e inspirada en su biografía. Obra maestra del cine de animación y de visionado obligatorio. Dura y conmovedora, pero también tierna y con gotas de aliviador humor, es una de esas películas que permanecen en la retina y en el corazón para siempre.
Persépolis narra la vida de una chica que vive los comienzos de la revolución islámica en Irán, cuando los fundamentalistas y la dictadura impuesta sumen al país en la intolerancia y someten a la mujer a la más ancestral interpretación del Corán. Educada en una familia libre, la joven descubrirá el rock, el pop y el punk al tiempo que su país se sume en la dictadura de los ayatolas y en una cruenta guerra contra Irak. Atraída por la cultura occidental, sus padres la envían a estudiar a un liceo francés en Viena. Pero la soledad y el desarraigo le harán regresar a Irán a pesar de las complejas circunstancias en las que está su país.
Finalmente déjenme recomendarles dos de las mejores series que he visto últimamente cuyas protagonistas son mujeres muy actuales.
Borgen, tres temporadas para contarnos el ascenso de la política Birgitte Nyborg al puesto de Primera Ministra de Dinamarca, y cómo el ejercicio del poder trastocará su vida profesional y personal.
The accident, serie británica de cuatro capítulos, que se desarrolla a partir del derrumbe de un edificio en construcción, llevándose consigo la vida de nueve adolescente y un adulto. La única joven superviviente y su madre pelearan por hacer valer la justicia y la verdad de lo que sucedió.
Chema González Ochoa es historiador, periodista y cinéfilo. Trabaja como director de programas en la Fundación SM