La Educación cambia vidas.
Te parecerá que el slogan está bastante desgastado (¿Cuántos millones de veces lo has escuchado?) pero, en toda su brevedad de 4 palabras, sigue conteniendo intacto su poder y promesa porque, sencillamente, es cierto.
Es una afirmación imperecedera y se aplica a cualquier persona en cualquier contexto histórico y geográfico. Así lo hemos comprobado Entreculturas y Alboan en nuestra trayectoria en el mundo de la cooperación internacional: hemos visto y seguimos viendo los frutos de nuestro compromiso con la Educación transformadora todos los días.
Como la próxima semana empieza la SAME (la Semana de Acción Mundial por la Educación) y estamos cerrando el hilo de publicaciones sobre el cambio, hemos querido recopilar historias reales de personas que han visto su existencia dar un giro gracias a la Educación.
Como Josefa, que fue explotada laboralmente desde muy chiquita y “pensaba que así era la vida”. Como no ir al colegio era una realidad para todos los niños y las niñas que conocía, no se planteaba que su vida pudiera ser distinta. Para ella “era una oscuridad de la que no iba a salir”.
Ya de mayor, al escolarizarse, entendió que no tenía por qué ser así: “Ay qué alegría me dio. Ahí fue mi nacimiento, porque no sólo aprendí a leer sino a trabajar mejor, a relacionarme con la gente… y he avanzado, avanzado, avanzado. Ahora sé muchísimas cosas, estoy orgullosa de lo que sé”.
CARMEN COSE SU FUTURO y el de su familia
Carmen, costurera en un barrio marginal de Guayaquil, también lo tiene claro.
“Éramos mujeres que querían salir adelante, pero no teníamos la oportunidad de hacerlo, de estudiar”, cuenta sobre su vida antes de incorporarse a la formación para el trabajo proporcionada en Hogar de Cristo, un centro que desde 2012 atiende a las necesidades de las mujeres sin ingresos económicos brindándoles microcréditos, capacitación y entrenamiento.
Gracias a la formación recibida tiene su propio laboratorio de costura profesional, su tienda, puede sacar adelante a su familia. Dice que se siente triunfadora, “porque a través de mí hay mujeres que están dando pasos”.
“Sería bonito tener las mismas oportunidades que los hombres tienen: estudiar y acceder a los mismos derechos”
Josefina ha tenido muchas dificultades para conseguir formación académica por la violencia doméstica que ha sufrido en primera persona y que ha llevado al divorcio de sus padres, la consecuente necesidad de apoyo económico por parte de su madre y las creencias sobre el rol que tenía que desempeñar como mujer (formar una familia y cuidar del hogar) compartidas en su círculo cercano. “Es la normalidad, pero no debería serlo”, enuncia en su testimonio.
Nosotras nos preguntamos: ¿Es posible cambiar las costumbres y creencias de una comunidad entera?
Escuchando a Josefina nos convencemos de que sí, porque la Educación la ha empoderado (“Soy la primera de la familia que ha llegado muy lejos, como mujer sé que puedo llegar muy alto”) y está ya generando cambios en quienes la rodean.
“Aunque seamos refugiados necesitamos educación”
3 jóvenes en Burundi lo tienen muy claro. Nos transmiten las dificultades en el acceso a la educación que han vivido por el cierre de muchos centros debido a la emergencia climática y la degradación de las infraestructuras. Para muchas personas no ir a la escuela les condena a vivir una vida muy precaria y en ocasiones violenta desde edades muy tempranas.
Quizás no habíamos pensado antes con suficiente detenimiento esta consecuencia del cambio climático…
sensibles y comprometidas
Al hilo del testimonio anterior, queremos visibilizar el trabajo de miles de jóvenes en todo el mundo que, conscientes de las desigualdades sociales que surgen a raíz de los conflictos medioambientales, se implican en su realidad cercana y se confrontan con sus pares que residen en otros lugares. Alboan y Entreculturas promueven redes nacionales e internacionales de apoyo y encuentro (la Alboan Gazte Sarea y la Red Solidaria de Jóvenes) para que puedan poner en común sus experiencias y dificultades:
Hacerse consciente de la importancia del Derecho a la Educación lleva a luchar para que éste sea accesible para todo el mundo.
Una opción para conocer más de cerca las causas de la desigualdad y comprometerse con su erradicación es VOLPA, el programa de voluntariado internacional de larga duración que impulsamos desde ambas organizaciones y que desde 1991 ha cambiado la vida de miles de personas. Aquí el testimonio de algunas de ellas:
Y tú… ¿eres capaz de imaginar cómo sería tu vida si no hubieses ido a la Escuela?
La imagen de portada es de Monteserín