¿Te vas a hacer un voluntariado este verano? ¿Estás pensando hacerlo? Aquí tienes cinco claves que te invitamos a “meter en tu equipaje”.

El pasado fin de semana parte del equipo que dinamiza esta Escuela estuvimos en la formación presencial para las personas que este verano participarán en una experiencia de voluntariado en diversos países. El grupo de “Experiencia Sur” de Entreculturas, del que forman parte voluntariado, profesores, y otras personas vinculadas a Entreculturas, nos reunimos y trabajamos algunas claves que creemos que son importantes a la hora de plantearse estas experiencias y que nos “meteremos en el equipaje”.

Os las compartimos en este post:

• Realismo, que vamos un mes. En unas pocas semanas es muy difícil que podamos hacer algo realmente transformador o incluso útil para las comunidades. Sí, puede que en algunos casos concretos se dé y haya aportes significativos cuando el trabajo es muy concreto, pero nuestra experiencia es que la huella que allí dejes tendrá más que ver con tu actitud personal, con tu manera de acercarte y relacionarte con las personas, que con todas esas cosas que hiciste durante tu voluntariado. Una experiencia de un mes o dos tiene una utilidad relativa para las comunidades que te acogen en términos de trabajo real, pero es una oportunidad de aprendizaje y cambio para ti que ayudará a tejer otras relaciones entre aquí y allá, si ampliamos el foco. Dejemos un poco de lado los términos de “ayuda”, “cooperación”, “trabajo voluntario” y hablemos más bien de “formación”, “aprendizaje” o “intercambio”.

• Demos “un paso atrás” y seamos “sombras” en vez de “protagonistas”. Hubo un término que se popularizó en el ámbito de la cooperación: “do no harm” o “no hacer daño”. Quizás más que hacer y hacer, nuestro papel debería ser el de “no dañar”…que nuestra presencia aporte cosas positivas y no dañe ni moleste. Seamos conscientes que nuestro papel es un grano de arena en un trabajo de largo recorrido y en el marco de unas relaciones mucho más amplias. Para eso, más allá de normas básicas que tienen que ver con la institución que nos acoge, temas de seguridad, autocuidado básico, cumplir con requisitos legales….no hay más normas que las del sentido común, tomando conciencia de que viajamos como parte de una institución, en el marco de unas relaciones de cooperación más amplias entre organizaciones amigas y que lo que hagamos afectará también a futuros voluntarios y voluntarias que vendrán detrás nuestro. Desde ahí asumimos nuestro rol con responsabilidad, seamos prudentes, sin dejar de ser nosotras y nosotros mismos.

• No olvidemos nunca nuestro “Para qué”. ¿Para qué quieres tener esta experiencia? ¿Por qué has elegido tener este verano y no otro? Ten siempre presentes tus motivaciones, el camino que te ha traído hasta aquí, lo que estás buscando al lanzarte a tener esta experiencia… porque esa será la brújula que debe orientarte cuando tengas un mal día o cuando tengas que tomar decisiones (hasta las más pequeñas y cotidianas) y descubre si esas motivaciones están conectadas con el resto de tu vida, con el estilo de vida que quieres tener, con lo que tiene sentido para ti… eso, sin lugar a dudas te ayudará. Es muy recomendable que reserves un rato para ir escribiendo durante todo el proceso antes, durante y después de tu voluntariado… Registrar te ayudará a ser más consciente de lo que estás viviendo y después, pasado el tiempo, también te ayudará a tener presente lo vivido.

• Trabaja en tu autoconocimiento y toma conciencia de tu estado emocional al plantearte esta experiencia. Estos viajes, donde nos vemos en un entorno diferente al nuestro, donde nuestro cuerpo muchas veces debe adaptarse a otras condiciones a las que no está acostumbrado y donde vivimos muchas cosas en poco tiempo, a veces con un impacto emocional alto… ¡y resultan ser muy intensas! Pero allí serás la misma persona que eres, con tus fortalezas y debilidades, y con tus alegrías y dificultades actuales, que no desaparecen al cambiar de escenario. Decide si es un buen momento para tener esta experiencia, procura ir descansada y con seguridad de que es un buen momento para ello.

• Y como decía un compañero el fin de semana pasado: “tomar conciencia de que aún no hemos viajado, pero ya estamos en el lío”. Avisamos: estas experiencias tienen efectos secundarios. Es normal que al regreso te lleve un tiempo reubicarte, que veas tu realidad cotidiana de otra manera, que vengas con una mezcla de emoción, nostalgia, energía y dolor, que te traigas “el corazón lleno de nombres”, que a partir de ahora, cuando escuches algunas cifras o datos seas capaz de poner rostros y acordarte de situaciones vividas en primera persona.

Encuentro de formación de “Experiencia Sur” y “Experiencia Sur en Compañía”.

Y te avisamos…en muchos de los casos nos han “complicado” la vida a las personas que hemos participado de ellas… Déjatela complicar, no dejes que se quede en una bonita experiencia que guardar en el álbum de fotos…lleva lo vivido, lo aprendido, a tu vida de aquí, a la de todos los días, comparte, cambia cosas en tu vida, comprométete.
Porque es aquí, el lugar desde donde inicias tu viaje, donde realmente está nuestro potencial para poder cambiar las cosas, este es tu lugar para ser agente de cambio. No es desde otro lugar desde donde te animamos a tener esta “Experiencia Sur”.

¡¡Buen viaje!!

*Lourdes Valenzuela forma parte de la Unidad de personas y Equipos de Entreculturas, y durante diez años ha sido la responsable de Experiencia Sur.