Traigo a este blog algunas películas interesantes para reflexionar sobre la desigualdad, uno de los retos de las sociedades actuales y un tema fundamental que subyace debajo de algunos de los conflictos que se dilucidan en nuestros días. La solución a las grandes cuestiones del futuro, emigración o cambio climático, por citar dos de las más evidentes, pasarán por cómo resolvamos el problema de la desigualdad rampante. Lo miremos por donde lo miremos, el mundo avanza cada vez más rápido y cada vez más a distintas velocidades.
Escribo mis propuestas con ánimo de conjugar entretenimiento, calidad y diversos enfoques. Todas atractivas, y seguro no os dejarán indiferentes.
Parásitos
(Bong Joon-ho, 2019)
Ganadora de la Palma de Oro en Cannes y diversos Oscar, la película surcoreana es una de las más inquietantes y vitriólicas que se han estrenado durante el pasado 2019. Todavía en la cartelera, merece la pena su visionado, por lo intrigante de su argumento. Una familia sin apenas recursos, que vive en el miserable lumpen de una gran ciudad, se introduce poco a poco y con engaños en la vida de doméstica de una familia adinerada.
Alegórica, cínica, humor negro y satírico, la obra avanza atrapando al espectador que duda muchas veces dónde situarse. Magníficos los escenarios y las arquitecturas por donde deambulan los personajes. Por si ayuda, ahí os dejo la definición de Parasitos: Que se alimenta de las sustancias que elabora un ser vivo de distinta especie, viviendo en su interior o sobre su superficie, con lo que suele causarle algún daño o enfermedad.
Los miserables
(Ladj Ly, 2019)
Película francesa, también candidata a los Oscar, y que todavía es posible ver en los cines. Obra incómoda, como la anterior, con cuyos personajes es difícil identificarse plenamente, pues en muchas ocasiones nos reflejan la parte más oscura de nosotros.
Imágenes torrenciales, como puñetazos cinematográficos, para contarnos la vida en un barrio marginal de París, Montfermeil, habitado por miles de familias emigrantes, desocupados, traficantes de drogas, pandillas de delincuentes y caldo de cultivo de un integrismo islámico incipiente. En esa dura realidad, la violencia puede estallar por cualquier motivo insignificante, y desde el principio, con la presencia constante de la policía, sabemos que estallará…
Uno sale del cine convencido de que no ha visto una obra de ficción, que todo es demasiado real y cercano. Imposible regresar a casa con el salado sabor de las palomitas.
Las uvas de la ira
(John Ford, 1940)
El genio de Ford nos regaló una de esas películas que son clásicas e ineludibles por su actualidad y maestría. El ajustado y emotivo retrato de los perdedores en la Gran Depresión americana tras la debacle financiera de 1929.
Un hombre en libertad condicional vuelve a su hogar con la esperanza de rehacer su vida, pero su familia es expulsada de las tierras donde trabajan y deben emigran a California en busca de trabajo. El viaje hacia esa tierra prometida se convierte en el protagonista de miles de hombres y mujeres, muchos de los cuales perecerán en el intento. Dignidad, solidaridad, toma de conciencia y también brutalidad e incomprensión capitalista, que expulsa del sistema a miles de trabajadores. ¿Les suena?
Ya les digo, nada hay más moderno que lo clásico.
Slumdog Millionaire
(Danny Boyle y Lovellen Tandan, 2008)
Famosísima y premiada cinta de muy fácil visionado, cine mainstream, pero ya sabemos que no todo puede ser Arte y Ensayo, afortunadamente. Un joven indio, Jamal Malik, está a punto de ganar 20 millones de rupias en un famoso concurso de la televisión, aunque la policía sospecha que hace trampas. Los directores irán mezclando el interrogatorio policial con las respuestas en el programa televisivo y el repaso a la dura vida de Jamal. Entre medias, la denuncia explicita de las condiciones de vida de millones de personas en la India, de la desprotección y vulneración de los derechos de la infancia, de la corrupción de los poderes públicos, de la tortura y violencia policial… Todo ello edulcorado con una historia de amor y solidaridad.
Los mejores momentos los encontramos en la primera parte, con esos dos chavalines, que tanto nos recuerdan a los personajes de nuestra literatura picaresca, a los que se unirá otra jovencita (Latika), determinante de la historia y motor de los sueños de Jamal. Es este tramo el que contiene mayor fuerza visual e impacto emocional, pues el final es facilón y simple. Pero seguro que el espectador inteligente sabrá sacarle miga.
El baño del Papa
(César Charlone, 2007)
Inteligente y satírica película uruguaya, rodada con pocos medios y con algunos actores no profesionales, pero bella, digna y conmovedora en todo su discurso. Con motivo de la visita de Juan Pablo II a Melo, una pequeña y pobre comunidad fronteriza de Uruguay, sus habitantes esperan el acontecimiento como un milagro que les saque de las penurias, y echan sus cuentas de la lecheras organizando puestos de comida y bebidas para los peregrinos. Entre ellos, Beto, quien se gana la vida a duras penas contrabandeando con su bicicleta y ve en la visita del Papa la oportunidad de mejorar. Su idea es montar unas letrinas para la gente que acuda en masa.
La película muestra la pobreza estructural que atrapa a millones de personas en Sudamérica, invisibles para los poderes públicos. Pero también la esperanza, el ingenio, la tenacidad y la voluntad de querer salir delante de todos estos ciudadanos.
Y como el tema de mucho de sí y hay bastantes películas muy interesantes al respecto os dejo algunas más citada. Si alguien quiere cine crudo, con el toque surrealista y ambiguo de Luis Buñuel, que vea Los olvidados, interesantísima y compleja película. Mexicana también es Roma de Alfonso Cuarón, con tres Oscar en su haber.
Cercana en lo geográfico y en lo emocional, Barrio, de Fernando León de Aranoa. Con sarcasmo y humanidad Luis Garcia Berlanga se ríe del franquismo y sus buenas intenciones en Placido, o cómo poner a un pobre en su mesa…
Seguro que Trump no vio The Florida Projet (Sean Baker), no le gustará saber que al lado de Disneylandia también hay pobreza. Tampoco le gustará Shameless, una serie que hace furor en nuestro jóvenes sobre una familia muy distinta a la del presidente norteamericano, o a la nuestra.
Y para entender las dinámicas que subyacen el al implosión de algunos régimen totalitarios, especialmente el fascismo, aprovechándose de la desigualdad y el descontento que provoca, siempre nos queda la monumental Novecento , de Bernardo Bertolucci…
Chema González Ochoa es historiador, periodista y cinéfilo. Trabaja como director de programas en la Fundación SM