Cada año Entreculturas y Alboan organizan circuitos de carreras solidarias para sensibilizar a la ciudadanía y recaudar fondos para diferentes proyectos que impulsan. El de este 2022 nos transporta a miles de kilómetros y nos acerca a una causa que afecta directamente a uno de los grandes pulmones del planeta, la Amazonía. Allí conviven más de mil especies y nos dan oxígeno casi 400 millones de árboles a través de un bosque interminable por el que transcurre el río Amazonas. Un territorio enorme, 7,8 millones de km2 (como 16 Españas), que toca a nueve países y donde viven 33 millones de personas y 1,5 millones de indígenas locales (3 millones según algunas fuentes) representantes de 385 pueblos diferentes. Un territorio que desde hace tiempo está amenazado a todos los niveles y que nos está lanzando un grito desesperado.
La deforestación masiva, el agro-negocio, la ocupación ilegal y violenta de territorios en los que pueblos indígenas llevan siglos viviendo está poniendo en riesgo la vida de miles de personas, las más vulnerables en estos momentos, agravado por la pandemia del Covid 19, al tiempo que se están violando los derechos de estos pueblos autóctonos. Está en juego no solo la biodiversidad cultural de ese territorio, sino además la su sostenibilidad medioambiental.
Las políticas extractivistas altamente invasivas, los megaproyectos de multinacionales alimenticias y eléctricas ponen en peligro el futuro de esa zona del planeta, de sus gentes y del resto de los habitantes de la Tierra. Allí se regula el clima mundial, se encuentra el 20% del agua dulce no congelada y supone la zona de mayor aporte de oxígeno a la atmósfera.
La Compañía de Jesús, a través de varias de sus organizaciones en el terreno, está realizando una importante labor en varios ámbitos: el educativo, el de la ayuda humanitaria, el de promoción económica y el de la defensa de la tierra indígena del pueblo Saterá Mawé y que mejorará la vida de unas 10.000 familias.
Como nos explica Mimi Cuq, nuestra técnica expatriada en Perú y gran conocedora de la realizad amazónica, en Boavista, Manaos, la triple frontera se están jugando importantes cuestiones que necesitan de nuestra solidaridad y ayuda. Y donde equipos de organizaciones de la Compañía como Fe y Alegría, el Servicio Jesuita Panamazónico, el CIMI (Consejo Indigenista Misionero) o SAIPE, están trabajando duro y con recursos siempre limitados para salvaguardar a los pueblos que allí sobreviven, por defender la causa de la justicia socioambiental y, en definitiva, por mantener vivo el sueño de este territorio y de sus gentes.
3 Comentarios
Muy interesante. Lo reenvío a familiar que corre todas las carreras. GRACIAS. MUCHA SUERTE
Catalina QV
Muchas gracias!
Muy interesante gracias