La exposición “Defensoras de la Naturaleza” tiene como objetivo sensibilizar a la ciudadanía sobre el vínculo que existe entre nuestros estilos de vida y la deforestación y la violación de los derechos humanos en la Amazonía.
A través del testimonio de 10 mujeres defensoras de la naturaleza y de los retos que enfrentan a diario, la campaña denuncia cómo nuestros modos de producción y consumo globales no tienen en cuenta el cuidado del planeta, del mismo modo que ignoran las contribuciones de las mujeres a los cuidados y con ello ponen en peligro la sostenibilidad de la vida en todo el mundo.
La vida en la tierra está en riesgo. Una vida entendida en todas sus formas: la de la naturaleza y de la humanidad. Está amenazada por una crisis multidimensional que exige una transformación profunda e integral. Porque vivimos bajo las normas de un modelo de desarrollo insostenible, basado en la acumulación y el crecimiento económico, que obedece a los ritmos de los mercados de grandes potencias y hace caso omiso al impacto que provoca en la explotación de la naturaleza y en la violación de Derechos Humanos.
La supervivencia del conjunto del planeta depende de entender las interconexiones y los vínculos globales existentes entre la vida humana y la naturaleza, y de interiorizar la urgencia de cuidar y defender dichas relaciones. El concepto de la casa común como metáfora de la Tierra nos acerca a esta idea, pues habla del planeta como el hogar de todos los seres vivos.
La realidad es que aún no hemos comprendido, pues estamos transformando la fortaleza de estos vínculos e interconexiones en una compleja crisis socioambiental global, como consecuencia de la actividad humana, nuestro estilo de vida y esa búsqueda ilimitada de poder que naturaliza las desigualdades y las discriminaciones.
Ejemplo de ello es la Amazonía. El modelo extractivista y el acelerado ritmo de deforestación ha desatado unas dinámicas de destrucción en dicho territorio – entendido como un todo: naturaleza y población-, que ponen en riesgo no sólo la vida vegetal, animal y humana en la eco-región, sino la vida en el planeta entero.
Movidas por el convencimiento de que urge una transformación integral, diez mujeres nos han regalado sus historias, voces y miradas, mediante las cuales ponen en valor los ecofeminismos como claves para provocar este cambio de paradigma. Mujeres diversas: de contextos, culturas, generaciones diferentes, a quienes les une su compromiso por el cuidado de la naturaleza, y por la defensa de los derechos de las mujeres.
Se reconocen interdependientes y eco-dependientes en un mundo en el que las mujeres y la naturaleza somos las partes más oprimidas. Mujeres que encuentran riqueza en la diversidad, y que subrayan que la fuerza de la colectividad es clave en la lucha, para lograr la transformación hacia un mundo que acoja la perspectiva ecofeminista como transversal.