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Día del Comercio Justo 2020: ¡Impulsemos el cambio!

Tiempo de lectura: 5 minutos

Los seres humanos, en la vida, al igual que en el ajedrez, sólo aprendemos cuando perdemos. Habrá quien me diga que muchos ni siquiera aprenden cuando pierden, pero eso no querrá decir que las lecciones no se nos hayan brindado.

Cuando no habían pasado ni siquiera dos semanas de la declaración del estado de alarma en nuestro país, por culpa de la pandemia del Covid-19, todo nuestro perfecto sueño de solidez, de bienestar y de seguridad se había desleído en una densa negrura o – como decía el filósofo – todo lo que era sólido se desvanecía en el aire. Por primera vez, percibíamos de un modo concreto y real, lo limitado de este mundo feliz y lo frágil de una especie que se jacta por doquier de haber sometido a la naturaleza (¡Gran mérito!) y de dominar sobre este planeta, cada día más triste (aunque creo que Edward Wilson diría que tal vez las hormigas no estarían de acuerdo con esta afirmación).

1.

Hasta esta crisis pensábamos que tantas agónicas llamadas a proteger nuestro medio ambiente como un modo de salvar esa amenazadora “Sexta Extinción”, que se refiere a nosotros, eran una especie de pose frívola. A una niña valiente, llamada Greta Thunberg, que la denunciaba, por aquí y por allá, la linchaban cada día en la plaza pública de los social media. Hasta la llegada del Covid-19, pensábamos que nosotros no viviríamos nunca una catástrofe a escala universal – por más que los aguafiestas del ecologismo se empeñasen – y que Chernobyl era sólo una serie de televisión.

                        Personas mayores cuidando su huerto urbano

Ahora sabemos que algo así puede pasar. Con una diferencia: en una catástrofe climática, encerrarnos en casa va a servir más bien de poco. Si se cumple la expectativa de que para el 2050, la temperatura media ascienda 2 grados, ello supondrá que sólo en África habrá 12 millones de personas amenazadas por el hambre. Si el aumento es de 3 grados, el número de personas afectadas ascenderá a 60 millones. Y así sucesivamente. Cuando esa temperatura ascienda varios grados y buena parte de la actividad enzimática de los organismos vivos empiece a colapsar, sólo el frigorífico será un lugar seguro en el que confinarse.

A pesar de la rémora de unas clases políticas técnicamente incapaces, sin liderazgo y a la greña incluso en tiempos de peligro real, a pesar de los gigantescos problemas estructurales provocados por la arquitectura egoísta, rapaz e insolidaria del capitalismo tecnocrático – pandemia social que asfixia y mata lentamente a buena parte de la población mundial –, a pesar de todo eso, la crisis nos ha demostrado que un tenue pensamiento global de la humanidad en pos del bien común puede cambiar (a mejor) casi todo.

La fuerza que podría generar el reunir a la humanidad alrededor de valores que cuiden el medio ambiente redundaría a muy corto plazo en una inversión de la tendencia destructiva.

Personas que participan en el Espacio Ana Leal, de acogida y ecologismo
                   Personas que participan en el Espacio Ana Leal, de acogida y ecologismo

Sin embargo, a diferencia de la crisis del Coronavirus, en las cuestiones relacionadas con la salud del planeta no vale fiarlo todo a las decisiones de las autoridades y a la obediencia. Nuestro planeta empezará a salvarse cuando cada individuo lo decida responsablemente y se comprometa a hacerlo. La iniciativa individual ha de ser el punto de partida de un cambio que está llamado a transformarlo todo porque es capaz de transformar a cada uno.

3.

Las esferas abiertas a la acción ética sobre el medio ambiente son múltiples en nuestro entorno y en nuestro momento. Si uno repasa el documental Demain (Mañana) podrá encontrar en él todo un abanico de soluciones imaginativas llamadas a la transformación. En Valladolid – que tampoco puede considerarse una ciudad líder en iniciativas de sostenibilidad – vivimos en un contexto donde se empiezan a desarrollar espacios de transformación. Cada vez somos más los que tratamos de llevar a la práctica cotidiana nuestras ideas globales sobre el mundo. INEA, escuela universitaria de ingeniería agrícola, de la Compañía de Jesús, lidera los proyectos de la ciudad relacionados con huertos ecológicos – sobre todo, aquellos que crecen junto a la propia institución – y es un laboratorio creativo para mejorar el medio ambiente.

                      Vista aérea de los huertos urbanos en INEA

En INEA, se ha abierto también un nuevo lugar para la utopía, con el espacio de ecología y acogida Ana Leal, que inspirado en la Laudato Si, trata de ofrecer una experiencia basada en la vida sencilla, en el cuidado de la tierra y de las personas. Al mismo tiempo, INEA surte de productos ecológicos a Come Sano Come Justo, tienda ecológica que con cada artículo que vende ofrece una idea sostenible sobre el mundo y sobre la sociedad que queremos. Al lado de Come Sano está Red Íncola, que nos recuerda que las personas que más sufren en nuestro entorno son el verdadero rostro sufriente del planeta y el bienestar del uno no se entenderá sin el del otro.

Socios y cooperativitas en la tienda Come Sano de Valladolid
Socixs y cooperativitas en la tienda Come Sano de Valladolid

Si después del dolor, de la pérdida, de la angustia y de la incertidumbre que ha generado la crisis del Covid-19, somos capaces de sobreponernos y de aprender las lecciones que nos ha impartido en tiempo récord, demostraremos que aún sigue habiendo un espacio sumamente amplio en nuestra sociedad para la esperanza.

 

PARA CONOCER MÁS:

No te pierdas estos dos interesantísimos artículos de Félix Revilla sj, director del INEA:
Huertos y confinamiento: ¿por qué puedo en estos tiempos de confinamiento puedo desplazarme hasta el supermercado más cercano, pero no puedo acudir a mi huerta? La importancia de la conexión con la naturaleza para las personas mayores (y no tan mayores).
Construyendo desde la Agroecología

Y si quieres seguir investigando…

LIBROS Y ARTÍCULOS:
El comunicado de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo para el Día del Comercio Justo 2020, que se celebró el pasado sábado 9 de mayo.
– Flanerty, Tim, Aquí en la Tierra, Random House, Barcelona, 2015.
– Francisco, Laudato Si, San Pablo, Madrid, 2015.
– Río del, Juan, Guía del movimiento de transición, Catarata, Madrid, 2015.
– Taibo, Carlos, Decrecimientos. Sobre lo que hay que cambiar en la vida cotidiana, Catarata, Madrid, 2010.
– VVAA, Qué hacemos hoy cuando nos encontramos frente a la amenaza de una crisis mayor que la económica: la ecológica, Akal, Madrid, 2012.

PELÍCULAS DOCUMENTALES:

Arthus Bertrand, Yann, Human. Película documental, 2015.
Arthus Bertrand, Yann, Terra. Película documental, 2015.
Dion, Cyril y Laurent, Mélanie, Mañana. Un mundo nuevo está en marcha. Película documental, 2016.

 

 

Pedro Piedras Monroy,  profesor de INEA-UP Comillas y Pte. Come Sano Come Justo

 

 

 

 

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