En una época de especial complicación para las personas más vulnerables, la gran crisis mundial provocada por el Covid19 presenta un panorama excepcionalmente difícil para aquellos sectores que se dedican a la economía informal. Mientras la mayoría de los estados se implican en la defensa y el mantenimiento de la economía formal y sus afectados, la economía informal queda olvidada. Según el Informe de la Organización Internacional del Trabajo centrado en el Panorama laboral de transición a la formalidad en América Latina y Caribe, aún existen 130 millones de trabajadores y trabajadoras con empleo informal en la región.
En una reciente publicación de la OIT en Youtube, el director general de la organización, Guy Ryder, alude a la necesidad de protección de los trabajadores en la economía informal durante la pandemia de Covid19. Un 60% de los trabajadores del mundo operan en la economía informal: “La crisis está poniendo en riesgo el empleo y el medio de subsistencia de dos mil millones de trabajadores”, es decir, 6 de cada 10 personas en el mundo está siendo afectada por la crisis. Para todos estos millones de trabajadores no tener ingresos implica no tener comida, seguridad ni futuro.
Si en la economía formal los trabajadores están viendo reducidas sus jornadas laborales y, por tanto, sus retribuciones, la falta de defensa en el ámbito informal hace que la situación esté siendo especialmente dura, sobre todo en aquellos lugares donde la informalidad está más establecida, como el caso de América Latina y el Caribe.
Foto de Paloma Peñas
Ante esta tesitura se presenta una importante pregunta: ¿Qué necesitan en estos momentos las personas cuyo trabajo no está regulado? La respuesta es clara: la informalidad no implica inexistencia, por ello todas las medidas de protección personal que se están implementando en los diferentes puestos de trabajo han de considerarse necesarias también para los trabajadores informales porque, en definitiva, son personas vulnerables y pueden contagiarse o transmitir el virus en sus trabajos. Por supuesto, el objetivo principal sigue siendo esa transición hacia la formalidad, pero hoy con más urgencia si cabe para proteger a los más vulnerables.
Francisco Cristófol es profesor, periodista y colaborador de la Escuela Online