Miradas feministas sobre el arte en contextos educativos

Piensa en cuántas artistas conoces. Si son pocas… ¿A qué crees que se debe? ¿Realmente no ha habido grandes mujeres artistas?

Son muchas las dificultades que han enfrentado las mujeres para hacer del arte su profesión. Motivos, entre otros, como no tener acceso a la formación adecuada, la ausencia de tiempo por su dedicación a las tareas domésticas, el no encontrarse el hecho de ser artista dentro de las opciones permitidas en su contexto o no ver su obra reconocida ni valorada.Han sido los estudios de género, impulsados por el feminismo, los que empezaron a investigar y sacar a la luz la obra de mujeres que, incluso habiendo logrado ser muy famosas en su momento, desaparecieron del relato de la historia del arte.

Quienes escribieron la historia decidieron que ellas no contaban, no valían, no eran importantes. Por eso, ahora que somos conscientes de estos sesgos y de las ausencias que han provocado, toca redescubrir y cuestionar la historia del arte desde la mirada de las mujeres.

Visita a la exposición de Clara Peeters en el Museo del Prado, 2016. Fotografía de María Cimadevilla

La educación es fundamental en esta tarea, tanto para mejorar la inclusión de las artistas en el currículo educativo, como abogan desde la plataforma La Roldana, como para acercarse a la creación contemporánea feminista.

Son muchas y de muy diversas latitudes las artistas que, a través de su arte, expresan su visión del mundo, denuncian las desigualdades, reconocen y reparan las violencias o subvierten y proyectan alternativas al funcionamiento del sistema patriarcal y sus nefastas consecuencias para las mujeres y niñas. Estas artistas están generando formas simbólicas de abordar temas y preocupaciones que impactan y llegan de manera muy directa a quienes las contemplan. Sus propuestas, con una buena mediación, se convierten en fantásticas herramientas educativas.

Aunque en general las artistas contemporáneas, y especialmente las feministas, son poco conocidas en ámbitos educativos, en los últimos años encontramos experiencias de acercamiento a sus obras con el objetivo de movilizar y sensibilizar.

Es el caso de la Oficina de Igualdad y Violencia de Género del Ayuntamiento de Badajoz que invitó a un grupo de jóvenes a que, para celebrar el 25N de 2017, llevaran a cabo una performance inspirada en ¿Quién puede borrar las huellas? de la guatemalteca Regina José Galindo.

Fotografías cedidas por la Oficina de Igualdad y Violencia de Género del Ayuntamiento de Badajoz

Algo similar sucedió en Sevilla en 2018 cuando, un grupo de alumnas del IES San Isidoro, replicaron En la piel del otro, una acción de la andaluza Pilar Albarracín, para conmemorar esa misma fecha y denunciar con ella las violencias machistas.

Tanto bucear en nuestro pasado para obtener un conocimiento más completo y real de nuestra historia como acercarse al arte del presente y toda la riqueza simbólica y transformadora que se está poniendo en juego, son estrategias a nuestro alcance. Con ellas no solo podemos sensibilizar y concienciar en clave de igualdad, sino también dotar al alumnado de nuevos lenguajes de expresión y disfrute.

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Encina Villanueva Lorenzana se dedica a la formación, la organización de exposiciones y la elaboración de materiales didácticos y de comunicación sobre mujeres artistas en distintos ámbitos sociales y culturales. Es co-creadora de OtrasNosotras, espacio de pensamiento y formación sobre arte y feminismo.