La ONU propone cada año la celebración del Día de la Paz el 21 de septiembre. No es el único día dedicado a la paz dentro del calendario de las Naciones Unidas. Por ejemplo, UNICEF celebra el Día Escolar de la Paz y la No Violencia el 30 de enero. En el mundo hay decenas de conflictos armados, muchos de ellos olvidados.
Mientras algunos, como la guerra contra la droga en México, se retransmiten casi en directo a través de las redes sociales, otros viven en un apagón informativo constante. En el caso, por ejemplo, del complicado escenario colombiano existen medios para visibilizar décadas de conflicto, masacres y movilidad interna. El portal Rutas del Conflicto, un proyecto con el apoyo de la Universidad del Rosario de Bogotá, se propuso “contar la historia de la guerra desde la voz de los sobrevivientes”. Esos rayos de luz se hacen imposibles en otros lugares. La vigencia y virulencia de los conflictos hacen demasiado arriesgados estos proyectos.
La lejanía a los intereses económicos o informativos consigue que graves conflictos queden en una zona de sombra comunicativa. Desaparecidos. Laura Aragó, en La Vanguardia, actualizaba el mapa a principios de este año: “De los 25 conflictos armados presentes en 2018, 10 se intensificaron durante el año pasado”.
Uno de los más llamativos es el de la República de la Unión de Myanmar. Esta guerra civil dió comienzo en abril de 1948 y aún hoy sigue activo. De hecho, hace unas semanas la ONU denunció la pasividad del gobierno birmano ante el genocidio de los rohingyas. Más de 750.000 refugiados de esta etnia siguen, tres años después, hacinados en campos en Bangladesh. Lejos de la violencia, pero no de la muerte: no pueden levantar estructuras permanentes y las tormentas del monzón son despiadadas.
Hace una semana, Michelle Bachelet, Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, denunciaba que en Nicaragua se violan estos derechos. En abril 2018 la violencia tomó las calles de Managua y otras ciudades principales del país. Hoy, aún sigue habiendo casi 100 opositores en las cáceles y están siendo condenados a cadena perpetua. El informe Global Peace Index 2020 señala que el pasado año más de 70.000 nicaragüenses abandonaron el país.
Otro de los conflictos olvidados es el de la guerra que estalló en Yemen en 2015. Si sumamos la violencia a otros problemas estructurales de este país del sur de la Península Arábiga, tenemos como resultado una de las peores hambrunas de los últimos 100 años. El conflicto armado comenzó con un ataque por parte de una coalición internacional dirigida por la vecina del norte, Arabia Saudí. Hoy Yemen tiene 28,5 millones de habitantes: más del 70% pasan hambre. Como muchos de los conflictos cercanos a las grandes potencias, la información llega con cuentagotas.
Hay otros conflictos armados que están resultando cruentos. El caso de Siria nos presenta un conflicto que tras una década suma más de seis millones de desplazados, la mayoría están en Turquía, donde su situación es, en muchos casos, inhumana. Según la ONU, esta es una de las mayores crisis de refugiados desde la II Guerra Mundial. A inicios de 2020 se hablaba de casi 400.000 muertos en esta guerra civil en la que se enfrentan las Fuerzas Democráticas Sirias, que controlan casi un cuarto del territorio; el Gobierno sirio, un 66% del territorio, diversos grupos rebeldes controlan un 10%.
Por último, aprovechamos para recordar otro de esos conflictos: el de Sudán del Sur. Esta guerra civil comenzó en diciembre de 2013 y se dio por finalizada en febrero de este año. Al inicio del conflicto había 10,36 millones de habitantes, de ellos, más de cuatro millones se han visto obligados a desaplazarse con motivo de la guerra: hay desplazados internos, refugiados y solicitantes de asilo. Aunque se diera por terminada hace unos meses, la ONU denunciaba que: “Los funcionarios del Gobierno de Sudán del Sur están implicados en el saqueo de los fondos públicos”, algo que estaba matando de hambre a las personas.
Sudán del Sur se independizó en 2011, pero la zona ha sido continuamente azotada por las guerras. Entre 1983 y 2005 se desarrolló la segunda guerra civil de Sudán. Casi dos millones de personas fueron asesinadas en el sur. El final del conflicto no supuso el final de la violencia: los seis años siguientes fueron previos al referendum de independencia, que obtuvo un 98% de votos positivos. En caso de no haber ganado la votación un ejército de 39.000 soldados mantendría el control de la zona.
Ojalá podamos celebrar pronto, en alguno de los Días de la Paz señalados en nuestro calendario, la resolución de estos conflictos olvidados.
Francisco Cristófol es profesor, periodista y colaborador de la Escuela Online