Hablar de pobreza obliga, ya solo por oposición, a hablar de riqueza. Tal y como entendemos el mundo y la manera en que nos gustaría construirlo y vivirlo, no deberíamos conformarnos con el concepto de riqueza entendido desde lo productivo. La riqueza va más allá de eso, más allá de términos mercantiles y de valorizaciones económicas. Hay un tipo de riqueza que se entiende desde el cuidado, la colaboración, la solidaridad; del distribuir frente al acumular; del respeto al medioambiente frente al expolio y la explotación. En definitiva, de humanizar la economía.
Pobreza y mujer van unidas de la mano. La desigualdad en los salarios, la empleabilidad en trabajos poco o nada remunerados y el bajo acceso a vivienda o propiedades son algunas de las causas que aumentan la brecha de género. Es lo que se conoce como feminización de la pobreza. Según Naciones Unidas, el 70% de las personas empobrecidas en el mundo son mujeres, y una de cada cinco niñas en el mundo vive en condiciones de extrema pobreza.
Frente a ello, son numerosas las experiencias e iniciativas que, precisamente mujeres, están poniendo en marcha para alcanzar cotas de vida más dignas e igualitarias, y promover otra manera de entender esa “riqueza”: de cuidados de la vida, la naturaleza y las relaciones. Rescatamos dos de ellas: “La Economía de Clara” y “Costura Poderosa”.
La Economía de Clara
Es una campaña que trata de visibilizar el papel y aporte de las mujeres en la construcción de alternativas económicas y para sensibilizar sobre elementos de la economía feminista y del cuidado. “La Economía de Clara” da voz a nuevas historias en diversas zonas del mundo, y pone en valor los conocimientos tradicionales de las mujeres y su cuidado y respeto por el planeta.
Esta iniciativa es parte del trabajo de la red Comparte, formada por 19 entidades sociales, presentes en 11 países de América Latina y en Europa (Alboan), que busca construir alternativas económicas al modelo de desarrollo dominante. Estas entidades acompañan 422 iniciativas económicas (rurales y urbanas) de productores y productoras en exclusión social, organizadas en torno a cooperativas, asociaciones, grupos comunitarios.
“La Economía de Clara” debe su nombre a Santa Clara de Asís, fundadora de la Orden de las Clarisas y reconocida por su apuesta por una vida de pobreza, en contra de la acumulación y la explotación, y a favor del cuidado de la vida y del medioambiente.
Costura Poderosa
“Costura Poderosa” (COPO) es un taller de confección profesional creado en Pamplona hace poco más de un año. Aunque no es solo eso. COPO, tal y como se definen ellas mismas, es el resultado de sumar las capacidades y conocimientos de un grupo de mujeres emprendedoras. Es una empresa de inserción socio-laboral basada en cuatro valores que dan sentido a su proyecto: sostenibilidad, emprendimiento, trabajo digno y autonomía y empoderamiento femenino.
Esta experiencia de inserción se crea de la mano de “Acción con la Trata”, entidad navarra que lucha contra la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual y que promueve valores de igualdad, hacia una ciudadanía sana en las relaciones entre personas.
COPO diseña sus propios productos y diseños, además de realizar encargos para diferentes marcas. Para ello, cuentan con un itinerario formativo en diversos ámbitos (confección, comunicación…). Su objetivo: revalorizar el sector de la costura apostando por el acceso al empleo de mujeres en situación de vulnerabilidad.
La imagen de portada es de Tania Yakunova