Laura es profesora en un colegio de Cádiz. Este verano, junto a otras docentes, ha viajado a Perú en el marco de la experiencia de voluntariado internacional de corta duración Experiencia Sur y Profes en Compañía. Allí ha participado en la vida de algunos centros educativos ubicados en zonas rurales de los Andes, una experiencia que ha marcado su forma de ver la realidad. El pasado sábado asistió al tercer y último encuentro formativo del programa y nos compartió algunos ecos de su vivencia.
Tras haber vivido esta oportunidad echo la vista atrás y lo que comenzó por encontrar el valor y por dejar cosas materiales que para mí tenían mucha importancia, ha adquirido un nuevo significado. Bastó con pasar unos días en Ocongate para darme cuenta de la visión tan equivocada que tenía de la realidad, de lo que es importante y lo que no lo es tanto.
Mi nombre es Laura Moreno y soy maestra de educación primaria en el colegio de SAFA San Luis Gonzaga. Decidí a embarcarme en esta aventura por haber pasado por un momento complicado en mi vida. A veces, cuando das un paso para ayudarte a ti mismo acabas ayudando a los demás.
Pretendía que esta experiencia fuese un punto de inflexión para mí como persona, como docente y con mi fe, pero HE RECIBIDO TANTO, que ahora me siento en deuda con la vida.
Lo que he vivido me ha llenado de amor, de esperanza, de alegría y de fuerza. Pero también me ha servido para abrir los ojos, ver a esos niños y niñas andando kilómetros para llegar a la escuela -muchos de ellos sin calzado a temperaturas bajo cero-, mujeres cargadas con su awayo a la espalda, luchando por sobrevivir día a día sin poder pensar en un futuro lejano. He visto dolor, mucha desigualdad entre hombres y mujeres, niños y niñas maltratados, necesidad y desconocimiento.
Al regresar creía que volvería a mi rutina, pero siento que me falta algo. Y es que esta experiencia me ha marcado tanto que doy mis clases y sonrío recordando todas las conversaciones con las profesoras de allí, sus canciones al comenzar cada día, sus juegos y su lucha por intentar mejorar. He ahí el punto desde el cual empieza mi trabajo desde aquí: transmitir las desigualdades que existen, lo que supone nacer en un punto geográfico o en otro y el bien que podemos hacer con un poco de voluntad.
He comenzado a soñar, a imaginar más allá de nuestras fronteras, de los medios de comunicación, de redes sociales…con un mundo mejor, o no sé si mejor, pero sí con mejores personas. Un mundo donde las ganas y la esperanza sean el motor que genere el impulso de la felicidad, donde una mirada limpia se convierta en el fluir de las relaciones, donde la inocencia de un niño sea todo cuanto fomente nuestra lucha diaria y haga eco para que no la perdamos nosotros, donde un abrazo salga del corazón y no haya que pedirlo.
Solamente relato aquello que los niños me han ofrecido y regalado durante mi estancia. Estoy segura que todos y todas podemos contribuir y ayudar en la causa.
Y tú, ¿estás segur@ que no quieres vivir Experiencia Sur?
Texto y fotos de Laura Moreno, Experiencia Sur y Profes en Compañía 2019