Anualmente, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) lanza un informe donde recoge las informaciones y datos más relevantes sobre los avances y modificaciones mundiales que afectan a esta población (“Tendencias Globales. Desplazamiento Forzado en 2020”, ACNUR).
Antes de comenzar el abordaje de dicho documento, conviene establecer algunas definiciones de conceptos básicos utilizados en este informe:
- Desplazado: “Persona que, a causa de guerras, revoluciones, hambrunas, etc., abandona el lugar donde vive habitualmente”, RAE.
- Solicitante de refugio/asilo: “quien solicita el reconocimiento de la condición de refugiado y cuya solicitud todavía no ha sido evaluada en forma definitiva”, ACNUR.
- Refugiado: “personas que huyen del conflicto y la persecución. Su condición y su protección están definidas por el derecho internacional y no deben ser expulsadas o retornadas a situaciones en las que sus vidas y sus libertades corran riesgo”, ACNUR.
- Migrante: “toda aquella persona que abandona el lugar en que habita o llega a otro destino para establecerse en él”.
- Apátrida: “toda persona que no sea considerada como nacional suyo por ningún Estado, conforme a su legislación”.
El informe, que se publica anualmente en el Día Mundial del Refugiado, el 20 de junio, “debe servir como un recordatorio claro a los políticos sobre la necesidad de hacer más para prevenir y solucionar conflictos y crisis“, para que los “líderes den un paso adelante y trabajen juntos para solucionar los grandes desafíos globales de a actualidad”. También tiene como propósito “celebrar la fortaleza de los refugiados“.
DATOS CUANTITATIVOS
En el año 2020, se contabilizan 82,4 millones de desplazados forzados debido a guerras, violencia, violación de derechos humanos y persecuciones de los cuales solo 26,4 son refugiados reconocidos. Además, “4,2 millones de ellos esperaban el resultado de sus solicitudes de asilo”. En total, 5 países acumulan el 68% de los refugiados mundiales: República Árabe de Siria, Venezuela, Afganistán, Sudán del Sur y Myanmar. Finalmente, “millones de personas no eran consideradas nacionales por ningún Estado y, por lo tanto, continuaron siendo apátridas en 2020 (4,2 millones de apátridas a final del año 2020)”.
HISTÓRICO-EVOLUCIÓN DE LOS ÚLTIMOS AÑOS
El informe afirma que en la década de 1990, un promedio de 1,5 millones de refugiados pudo regresar a sus hogares cada año. Durante la última década, ese número se ha reducido a alrededor de 385.000 personas.
REFUGIADOS Y PANDEMIA
Otro tema interesante tratado por ACNUR en este anuario es la interferencia de la pandemia por Covid-19 en los procesos migratorios y de refugiados a nivel global. En dicho texto se cita que durante el año 2020 las personas refugiadas supusieron “alrededor de 1,5 millones de personas menos de lo que se habría esperado en una situación sin la influencia de la COVID-19” Además, “la magnitud y la gravedad de las crisis alimentarias se agravaron en 2020” ya que la pandemia supuso un debilitamiento sobrevenido de los sistemas públicos de asistencia en entornos donde ya estaban en situación precaria y, también, como consecuencia de la reducción (o desaparición) de los ingresos familiares. “Las previsiones para 2021 son igualmente preocupantes”. En relación directa al asilo o a las migraciones forzadas y como medida preventiva para la expansión del virus muchos Estados restringieron o negaron el asilo a quienes huían del conflicto y la persecución”. A pesar de estas restricciones, “la cantidad de personas refugiadas en todo el mundo aumentó en casi un cuarto de millón, pasando de 20,4 millones en 2019 a casi 20,7 millones a finales de 2020”.
Otro dato interesante es que los migrantes y refugiados han sabido “contribuir con las comunidades de acogida” realizando trabajos en primera línea del combate al Covid-19 o de alta exposición.
SITUACIÓN DE LOS MENORES
Apenas en los últimos tres años, cerca de 1 millón de menores nació en el exilio. ¿Cuál será el futuro de ell@s? ¿Qué oportunidades tendrán para lograr su potencial? ¿Cómo será la construcción de su realidad tras las situaciones que tuvieron que afrontar? Estas son preguntas importantes que afectan a todos esos niños y niñas que vieron sus vidas truncadas en sus hogares y cuyas familias tuvieron que huir a otros países con el único objetivo de sobrevivir.
PERSONAS DESPLAZADAS INTERNAS (PDI)
Para continuar, el informe contempla también la realidad de otra población no tan reconocida y, muchas veces, también olvidada. “La cantidad de personas desplazadas dentro de sus propios países debido al conflicto armado, la violencia generalizada o las violaciones de los derechos humanos siguió creciendo en 2020 por tercer año consecutivo. La cifra de más de 48 millones de Personas Desplazadas Internas (PDI) al final del año fue, una vez más, el nivel más alto jamás registrado”.
Para concluir, como puede ser mostrado en este documento, los datos arrojan una realidad mundial a la que no podemos dar la espalda. Los conflictos bélicos o políticos, catástrofes naturales, la persecución, la falta de garantía de Derechos Humanos, la pobreza y las hambrunas, etc. suponen una fuente de sufrimiento para millones de familias en el mundo que se ven obligadas a buscar unas condiciones de vida dignas y que garanticen la sobrevivencia tanto de ellos como de sus familiares directos. Además, la pandemia mundial que en el año 2020 azotó a todas las regiones supuso un agravamiento de muchas situaciones, ya de por sí precarias, en las que muchas familias fueron forzadas a salir de sus hogares sin la garantía de derechos que se entiende garantizada en los países firmantes de los acuerdos internacionales sobre refugiados (Convención de Ginebra y el Estatuto de los Refugiados, 1951).