
Foto: Portada Informe ACNUR ©
La realidad de la movilidad humana forzosa sigue creciendo y el número de personas desplazadas por la guerra, la violencia y la persecución en todo el mundo alcanza ya niveles alarmantes, los más altos en los últimos diez años. Y justo ahora cuando la financiación humanitaria se está agotando, por lo que el único aspecto positivo, de encontrar alguno, es el aumento de los retornos, en particular a Siria. Así lo dice el informe presentado en Ginebra, el pasado mes de junio, por ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, con motivo del Día Mundial de las Persona Refugiadas. Se estima que, a finales de 2024, en el mundo había 123,2 millones de personas desplazadas por la fuerza a causa de persecuciones, conflictos, violaciones a los derechos humanos, acontecimientos que alteraron gravemente el orden público y otras formas de violencia.
Según este Informe anual sobre Tendencias Globales, frente a los 120 millones registrados en el mismo periodo del año anterior, este nuevo dato supone alrededor de diez años seguidos de aumentos anuales en el número de refugiados y otras personas forzadas a huir de sus hogares. Y entre los principales factores que provocan el desplazamiento destacan los grandes conflictos, como los de Sudán, Myanmar y Ucrania, y la constante incapacidad de la política internacional de detener los combates.
Entre los principales factores que provocan el desplazamiento destacan los grandes conflictos; Sudán, Myanmar y Ucrania, y la constante incapacidad de la política internacional de detener los combates
Entre las personas desplazadas por la fuerza se incluyen a las personas desplazadas dentro de su propio país debido a conflictos – cuyo número, a finales de 2024, había alcanzado los 73,5 millones de personas, tras registrar un fuerte aumento (de 6,3 millones de personas) – y las personas refugiadas que se vieron forzadas a huir de sus países (42,7 millones de personas). Sudán, con 14,3 millones de personas refugiadas y desplazadas internas, se ha convertido en el país con el mayor número de personas desplazadas por la fuerza en el mundo, superando en esta triste marca a
Siria (con 13,5 millones de personas). Siguen Afganistán (con 10,3 millones) y Ucrania (con 8,8 millones).
Datos que nos siguen revelando que, contrariamente a la percepción generalizada en las zonas más ricas del planeta, el 67% de las personas refugiadas se queda en los países vecinos, y que los países de renta baja y media acogen al 73% de los refugiados del mundo. De hecho, el 60% de las personas forzadas a huir nunca cruzan las fronteras de su propio país.
Si bien el número de personas desplazadas por la fuerza casi se ha duplicado en la última década, la financiación de ACNUR se encuentra ahora aproximadamente al mismo nivel que en 2015, ante los brutales recortes que están afectando la ayuda humanitaria. Esta situación es insostenible y expone a las personas refugiadas y a otras personas que huyen del peligro a una mayor vulnerabilidad.
Algunos motivos de esperanza
Entre los pocos motivos para la esperanza, en esta primera mitad de 2025, están los casi dos millones de sirios que han podido regresar a sus hogares después de más de una década de desarraigo. En total, 9,8 millones de personas desplazadas por la fuerza regresaron a sus hogares en 2024, incluidos 1,6 millones de refugiados (el número más alto en más de dos décadas) y 8,2 millones de personas desplazadas internas (el segundo número más alto jamás registrado).
Sin embargo, muchos de estos retornos se produjeron en un clima político o de seguridad adverso. Por ejemplo, un gran número de afganos se vieron forzados a regresar a Afganistán en 2024 y llegaron al país en condiciones desesperadas. En países como la República Democrática del Congo, Myanmar y Sudán del Sur, se produjeron nuevos desplazamientos forzados significativos, a pesar de que también hubo retornos de personas refugiadas y desplazadas internas. Un panorama global que nos insta a seguir apoyando a las organizaciones, como el Servicio Jesuita a Refugiados, o el Servicio Jesuita a Migrantes, cuyos proyectos salvan vidas, acompañan, sirven y defienden la causa de las personas refugiadas y desplazadas forzadamente, para que puedan sanar sus heridas, empoderarse y decidir sobre su propio futuro.
Las principales cifras:
- 123,2 millones de personas forzadas a desplazarse en el mundo
- 73,5 millones son desplazados internos
- 36,8 millones son personas refugiadas
- 8,4 millones son solicitantes de asilo
- 5,9 millones son personas que necesitan protección internacional
- 1 de cada 67 personas en el mundo es desplazada o refugiada
- X2 los desplazamientos se han duplicado en la última década
