Hoy se celebra el día de la cooperación, el día de las personas cooperantes, y queremos aprovechar la oportunidad para reforzar no una idea, sino una realidad a veces invisible, y es que este 8 de septiembre también es el día de las personas voluntarias internacionales involucradas en los fines de la cooperación para el desarrollo.
Desde el equipo de voluntariado internacional de Entreculturas creemos que en el imaginario de la población española no se relaciona de una manera clara el voluntariado internacional con las acciones y estrategias de cooperación al desarrollo que realizan instituciones públicas o privadas.
Ahora bien, ¿Todo voluntariado internacional es voluntariado internacional al servicio de la cooperación? La respuesta es que creemos que no. El voluntariado Internacional como expresión de la cooperación internacional cuenta con una definición adaptada de Voluntariado Internacional al Servicio de la Cooperación al Desarrollo aportada por Michael Sherraden que nos parece de referencia.
Servicio que de manera altruista realiza una persona en países o territorios beneficiarios de cooperación al desarrollo o en cualquier país donde se declare una situación de necesidad humanitaria o de desigualdad en el acceso a los derechos humanos básicos; esta contribución personal en bien de la sociedad es un compromiso que se realiza con dedicación exclusiva durante un período organizado, apoyada por organizaciones públicas o privadas, siendo su labor reconocida y valorada por la sociedad.
Esta definición, que es la que más se utiliza en el ámbito internacional especializado en voluntariado internacional el servicio de la cooperación al desarrollo, incorpora 9 elementos o criterios que consideramos fundamentales para abrir la reflexión y el diálogo.
1.- Comenzamos por la propia definición de la actividad que se realiza como un servicio. El “servicio” como término clave en el voluntariado internacional se concibe como una actitud de vida; como una disposición que facilita el cumplimiento de un proceso más amplio donde interviene. En este contexto que nos referimos, “servir” implica una actitud de colaboración hacia las organizaciones y poblaciones en condiciones de pobreza, exclusión o emergencia. Es por tanto una forma de hacer lo que se hace más que la acción misma.
2.- El voluntariado internacional se enmarca, por tanto, desde esta óptica que proponemos en una práctica de servicio que pone en el centro a las personas empobrecidas, donde la realización altruista y desinteresada trasciende el posible protagonismo del voluntariado, así como la pretensión de enmarcar el servicio en función de su visión particular, y quedarse en mero agradecimiento o reconocimiento. “No es lo que hago, es porqué lo hago” dice un lema de la Plataforma de Voluntariado, y diríamos que el servicio incorpora ese énfasis en cómo lo hago, qué actitudes y disposición.
3.- Nos referimos a voluntariado internacional en este contexto de desarrollo a aquel que se realiza en los lugares propios de la cooperación internacional, en terceros países, en poblaciones en condiciones de pobreza, necesidad o emergencia humanitaria. Por la reflexión específica del voluntariado en ayuda humanitaria los contextos incluyen países con riesgos para la seguridad, por lo que este aspecto es crucial para ser considerado de manera específica. En el caso de España no se contempla como voluntariado internacional el realizado en nuestro país o en el ámbito europeo.
4.- Como periodo organizado reflejamos la necesidad de que el voluntariado internacional sea acorde a un programa pautado, planificado, que se realiza en un marco previsto y cuente con formación previa, durante el servicio y posterior al mismo. En gran medida se ha utilizado de manera reiterada la confrontación entre voluntariado y personal de cooperación, cuando la profesionalidad creemos que es una exigencia para ambos.
5.- Compromiso donde el servicio se enmarca en una opción profunda que se realiza por la persona de manera que se relaciona con un sentido que afecta de forma integral, “a toda la persona”. El voluntariado internacional implica una motivación por la solidaridad, de empatía con la realidad sufriente y de respuesta comprometida. Desde luego que como en otras modalidades propias del voluntariado existen muchas recompensas en el servicio internacional pero no son éstas las que determinan la existencia y orientación del mismo.
6.- El voluntariado internacional supone una contribución a la sociedad, del Norte y del Sur. El servicio implica un aporte, un valor agregado que no está desconectado de la realidad de personas y organizaciones donde se enmarca, sino que contribuye a los mismos. El servicio de voluntariado internacional se concibe como un proceso liderado localmente, desde las personas de los países del Sur. En muchos casos las organizaciones involucradas en procesos de voluntariado internacional insisten en la importancia que tiene la presencia y el acompañamiento en condiciones de simetría. Por tanto, siendo este factor crucial para el desarrollo resaltamos que es precisamente desde esa asunción donde el voluntariado internacional se compromete a tener un aporte o valor,que no se entiende en sí mismo, sino dentro de una cadena de colaboración organizada.
7.- Apoyado por organizaciones públicas o privadas, es decir, se realiza en un ámbito institucional. El voluntariado internacional cuenta con la voluntad personal de quien lo realiza pero no termina en ésta, ni queda determinado por la misma. Hay personas voluntarias que realizan por su cuenta acciones de colaboración u otras prestaciones de servicio, loables, en países del Sur, pero no nos referimos a éstos cuando consideramos el voluntariado internacional, ya que éste se realiza en un marco institucional.
8.- Reconocido y valorado por la sociedad, por lo que se conoce y se valora su aporte a las comunidades del Sur y a la sociedad de origen. La ausencia de protagonismo del servicio que se realiza desde el voluntariado no impide que esta modalidad sea valorada socialmente como aporte y vínculo de solidaridad. En este sentido el reconocimiento social también requiere ser acompañado de reconocimiento legal, aspecto aún pendiente en nuestro país, y que consideramos que supone un grave retraso frente a las cooperaciones de nuestro entorno.
9.- Sin remuneración. Lo que se percibe desde el voluntariado, podría ser definido como la compensación de determinados gastos. Esta compensación lo que se pretende es que el servicio no sea gravoso para las personas que lo desarrollen y se realiza en unos términos que hacen que esté en segundo plano respecto de las valoraciones anteriores. Algunas IVCO lo que señalan es que la compensación se hace en función de los estándares locales. Aunque no se menciona de manera explícita creemos que la compensación implica vivir en condiciones de austeridad, similares a las locales.
Por tanto en esta definición que se propone como marco de referencia quiere enfatizar que no todo voluntariado es voluntariado internacional, no todo voluntariado internacional lo es de cooperación internacional, no todo voluntariado internacional se hace en condiciones de servicio y no toda acción de cooperación es voluntariado al servicio de la cooperación al desarrollo. La diferencia clásica con los cooperantes se ha centrado en el aspecto profesional pero no nos parece un enfoque acertado porque presupone la “no profesionalidad” del voluntariado.
En gran medida lo que define el voluntariado es, que no responde a intereses, o no los pone en primer lugar, ya que en su propia esencia se define como “altruista” y en ese sentido, lo primordial es responder a la necesidad o la promoción de derechos humanos de las poblaciones donde se realiza. Si lo que marca la acción de voluntariado son otros intereses, de promoción, de difusión, visibilidad, de desarrollo de carrera profesional o de realización personal, entonces no cabe ser concebido como voluntariado al servicio de la cooperación internacional tal como definimos. Creemos que son el conjunto de los elementos que se exponen en la definición anteriormente descritos, los que permiten diferenciar el voluntariado internacional al servicio de la cooperación de otras modalidades.
Para terminar y unirnos por entero a la celebración de este día del cooperante queremos recordar también a otros actores que hacen posible que estas personas realicen su labor, como son las organizaciones locales y las personas que con ellos trabajan, entre otros objetivos para alcanzar un mundo más justo y sostenible como propone la agenda de los Objetivos de Desarrollo Sostenible a la que según Peter Devereux el voluntariado internacional también contribuye permitiendo, “una “respuesta humanizada” en el camino del impulso impersonal de la globalización. Es una vía no mercantalizada, en particular larga duración, ofrece una forma realista y creativa de movilizar personas para el desarrollo basadas en confianza y comprensión global. El voluntariado internacional despierta la conciencia, el compromiso, el combate a las relaciones inequitativas y reconocer las causas profundas de la pobreza, injusticia e insostenibilidad ambiental. El voluntariado internacional, en especial el de larga duración, tiene el potencial de profundizar en la verdadera esencia del desarrollo y el poder de la solidaridad”.
*Si quieres participar con tu reflexión en este tema te invitamos a que utilices en twitter el hasgtag #VoluntariadoInternacionalEsCooperacion
David Alonso Montes, director de Personas y Organización en Entreculturas @Davidalonso2010 y Ana Vázquez Ponzone, del equipo coordinador de voluntariado internacional de Entreculturas @avponzone
Para saber más sobre el impacto del voluntariado internacional te recomendamos leer la evaluación de 25 años de VOLPA
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