El teatro La Fragua está situado en la ciudad de El Progreso desde 1980. Fue fundado el 19 de julio de 1979 y, desde entonces, no sólo representa un referente de cultura a nivel nacional, sino que además contribuye al desarrollo cultural también a nivel centroamericano.
Como cada año, tenían previsto realizar una semana de representaciones para celebrar el aniversario, pero la pandemia ha obligado a cambiar los procesos y cancelar las actuaciones y programas. ¡Enhorabuena por sus 41 años creando, sintiendo y compartiendo cultura!

Aunque Honduras es un país en el que encontrar cultura a pie de calle (literatura, música, teatro o artes plásticas) se vuelve casi misión imposible y más en una ciudad que no es la capital, aún hay espíritus libres que se dedican en cuerpo y alma a su profesión, como Gerardo.

Gerardo Ochoa es un joven hondureño de 23 años que hace 6 años encontró en el teatro La Fragua una familia y una nueva forma de vida que le abrió los ojos la realidad. 

Él es una de esas personas que incluso con la mascarilla puesta es capaz de transmitir su amor por su profesión, por la interpretación, y reconoce la transformación social que hay detrás de cada manifestación artística.

Nos ha contado cómo entrar a formar parte de la familia de La Fragua le cambió la vida. Recuerda la primera obra que vio estando en el colegio, cómo se paró el tiempo y salió pensando que quería ser actor. La oportunidad surgió unos años después, en la época de protestas y revueltas que agitó Honduras en 2014. Gerardo estaba estudiando e igual que ahora con la pandemia de Covid-19, se quedó sin clases, pero en ese momento el motivo eran revueltas y huelgas en educación y sanidad. Un amigo que ya estaba dentro de La Fragua le invitó a participar, se estrenó con un gran papel y se enamoró. Siempre le había interesado la interpretación, pero desde ese momento su vida dio un giro de 180º, gracias a las obras que se iban presentando, su pensamiento crítico fue aumentando, ya no aceptaba las situaciones injustas, sino que se cuestionaba, buscaba una explicación, el teatro le abrió los ojos y le hizo partícipe como herramienta para conseguir esa transformación en otras personas. 

El Teatro La Fragua, en tiempos de no pandemia, además de las actuaciones de calendario representadas en el ya mítico barracón de madera acondicionado de la época de la compañía bananera en El Progreso, realizaba actuaciones en centros educativos a nivel nacional y giras internacionales.

La Compañía de La Fragua lleva el teatro hasta las comunidades que siguen viviendo en los cerros, acerca la cultura a toda la población, ‘busca transformar vidas y pensamientos’, nos dice Edy, cofundador de la compañía y director del proyecto actual de radioteatro en el que están trabajando ahora. Con la dificultad añadida de trabajar en un país que infravalora la cultura y su poder de transformación social, La Fragua se encuentra fuera de la capital y sin el apoyo económico gubernamental, pero lleva más de 40 años caminando para conseguir una sociedad más comprometida y crítica. 

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Sara Santos Álvarez, es voluntaria VOLPA en Fe y Alegría Honduras desde enero. Cree que la vida está llena de oportunidades, a veces llegan y otras hay que crearlas. Aprende y disfruta cada día en Honduras, de y con las personas que va conociendo y sus realidades, mucho más online que presencial de lo que le gustaría.